Blandiblub casero

Aquí os traigo al pegajoso, asqueroso y al mismo tiempo espachurrable blandiblub o flubber... o moco... ¡llamadlo como queráis!. Tarde de diversión gracias a la química y a la curiosidad de los peques.




Cuando tengáis todos los ingredientes preparados sobre la mesa, no os llevará más de cinco minutos obtener vuestro flubber casero, y esto es algo a tener en cuenta, dada la impaciencia de los niños y su afán por obtener rápidos resultados.

Ingredientes:

- Cola blanca de carpintero (medio vaso).
- Bórax: 4-5 cucharaditas. (Venta en droguerías). ¿Qué es el Bórax?
- Colorante: a ojo, como un cuarto de un botecito. (Venta en la misma droguería donde compremos el Bórax). Yo escogí uno para teñir jabones caseros.
- Medio vaso de agua caliente.

Pasos a seguir:

- Echamos la cola blanca en un bol:


- Echamos casi toda el agua caliente (dejamos como dos dedos en el vaso).
- Echamos el colorante:


- Lo mezclamos bien con la mano o con una cuchara:


- En el agua que hemos dejado en el vaso, echamos las cuatro cucharaditas de bórax y lo diluímos. A continuación lo incorporamos a nuestra mezcla.
- Seguimos removiendo con la mano.
- En breve empezará la masa a adquirir la consistencia del blandiblub. Nos lo vamos pasando de una mano a otra escurriendo el exceso de agua.

¡¡Ya está listo para jugar!!




Precauciones:

- Intentar evitar el contacto con ropa o pelo, porque es bastante pegajoso, sobretodo al principio.
- Los niños muy pequeños no deberían jugar con el blandiblub por el peligro de ingestión.
- Después de jugar es conveniente guardarlo en un bote hermético de plástico o cristal, o una bolsa cerrada para que no se seque.
- ¡Amasar blandiblub puede crear adicción!

Blandiblub casero inspirado en: https://www.youtube.com/watch?v=UznKBGXrnN4






Aprendemos los días de la semana

Los días de la semana, esos días que tan bien controlamos los adultos, esos alegres viernes, esos depresivos domingos, esos lunes de cafés... Normalmente tenemos tan claro el día en el que vivimos que a veces nos pasa desapercibido que para nuestros hijos pequeños este orden de días inmutables es un verdadero caos en sus cabecitas. Cuando a un niño de 5 años le decimos: "...el martes vamos a casa de Pepito a jugar", el peque piensa que eso del martes es dentro de un rato, después de comerse la merienda... y luego se enfada cuando no vamos a casa de Pepito, porque en verdad es domingo y faltan dos días para que llegue el tan deseado momento. Y es que para ellos es una aventura descubrir la secuencia de días correcta y ubicarse en el tiempo.

Y de repente, dando un paseíto por el chino del pueblo, me he topado con el material definitivo para ayudarme en la tarea de que vayan entendiendo el concepto "día de la semana": un pastillero. Este cacharrillo que me ha costado un euro me está dando mucho juego:


Es manejable para manos pequeñas, y cada compartimento es una mini caja de tesoros por descubrir, los cuales van cambiando todas las semanas.

He identificado a cada hermano con una cuenta con carita que lleva escrito su nombre por detrás. Estas caritas las meten los peques en el compartimento que corresponde al día de la semana donde nos encontramos.


Por la mañana, cuando estén desayunando por ejemplo (que estén un poco espabilados), les invitamos a que cambien de día de la semana moviendo las cuentas al casillero siguiente. Algunos casilleros estarán vacíos, pero en otros habrá eventos especiales que signifiquen algo para ellos (un cumpleaños, una visita...), que previamente habremos preparado el domingo o según vayan surgiendo los planes. Yo en mi caso, escribo notitas pequeñas con lo que va a ocurrir ese día, por ejemplo "hoy celebramos el cumpleaños de Héctor en casa con los primos".




De momento veo que va creando en ellos cierta seguridad sobre el "dónde" se encuentran, y aprenden un ritmo de abrir un casillero por día por las mañanas. Esto es algo similar a los calendarios de Adviento de las Navidades, pero mucho más personalizado.

Espero que os sirva esta pequeña idea en la gran tarea de guiar a vuestros peques en sus aprendizajes.






Navegar sin temor, en el mar es lo mejor...

Los niños y niñas disfrutan jugando con el agua. Patitos de goma, vasitos de plástico, princesas sirena, pelotitas y cacharritos pueblan nuestras bañeras.

Aquí os traigo un inventillo muy divertido para los peques: unos barquitos hechos con 3 corchos de botellas, que no os llevará más de 5 minutos su realización (siempre y cuando no os tengáis que beber las tres botellas de vino en ese momento, claro).




Materiales:

- 3 corchos rectos (los de botellas de champán cabezones no).
- 2 gomas elásticas.
- Un palillo redondo de madera.
- Un trozo de cartón tetra brick (o un trozo de goma eva).
- Tijeras.
- Cuchillo con punta.
- ¡Agua!

Pasos a seguir:

- Juntamos los tres corchos y damos dos vueltas con las gomas alrededor de los extremos de los corchos, para que queden bien juntitos.
- Cortamos un triángulo de un tetrabrick a modo de vela.
- Hacemos dos agujeritos en el triángulo de cartón (o goma eva) para poder pasar nuestro mástil, que será el palillo.
- Pinchamos el palillo con la vela en el corcho central.

Una vez que tengamos nuestro barquito, solo nos queda jugar con él en la bañera, en un lavabo, en una fuente...



Además podemos ponerle agarrado con la goma elástica, algún tripulante pequeñito (tipo lego), para que nos acompañe en nuestra travesía.



Los peques pueden ayudarnos en casi todo el proceso, y el resultado es sencillo pero estupendo, porque les fascina ver como flota el barquito, y que por muchas cosas que le hagan ¡no se hunde nunca!.

Barquitos de corcho inspirados en: http://espanol.babycenter.com/l25007009/barquitos-de-corcho#/0

Esto es Trapillo

Hasta hace unas semanas, lo de "trapillo" me sonaba a vestir "barato" y un poco cutrecillo, pero esta palabreja se ha transformado en otra cosa muy diferente; ahora es algo divertido y adictivo.

La culpa de todo la tienen unas camisetas viejas, un ganchillo enorme (del 15), desproporcionado y cómico, y unas ideas muy buenas que encontramos en video tutoriales de youtube, que nos enseñan a hacer bolsos y cestos con este material que antes o después hubiera terminado en un contenedor de ropa.

Cada ovillo que veis aquí, es el resultado de reciclar una vieja camiseta:


Este trapillo es comercial. Lo venden por madejas. El resultado es atractivo, porque casi no presenta nudos y es muy uniforme, ya que lo cortan a máquina:


Éstas han sido mis últimas creaciones; la técnica utilizada es la del ganchillo o crochet, casi todo realizado con medios puntos y cadenetas:









También he hecho un cojín para el zapatero:



Y la funda para un puff que tenía ya muy viejo. Así le he dado nueva vida. Esta es la parte de arriba:




Y esta es la parte de abajo. La zona con el trapillo negro, es desmontable, para así poder sacar el relleno y lavar la funda.



Lo primero es aprender a hacer tiras esas camisetas viejas que ya tenemos claro que no volveremos a ponernos. En este estupendo tutorial explican cómo: https://www.youtube.com/watch?v=WSuJz1OwxBU

Después de tener nuestros ovillos de trapillo y nuestros super ganchillos, ya solo nos queda decidir qué queremos tejer. Es tan fácil como poner en el buscador de Youtube palabras como: bolsos de trapillo, cestas de trapillo, mochilas, totora (en algunos países lo llaman así), estuches de trapillo... Hay muchos tutoriales.

Con el tiempo veréis que se empieza a dominar la técnica y que haréis vuestras propias piezas inventadas sin mucha dificultad.

Y si ya os habéis hecho suficientes bolsos, recordad que siempre podéis hacer piezas para regalar. Los regalos hechos con nuestras manos, cobran un valor añadido que no posee ninguna pieza comprada.