Vamos a pintar un cuadro

¡Hoy nos hemos levantado inspiradas! He reparado en algunos de mis lienzos, con su blanco impoluto y he pensado que ya era hora de usarlos... ¡tenían hasta telas de araña!

Hemos cogido los materiales de pintura y hemos hecho un cuadro para la habitación de los peques. El tiempo empleado en total, habrá sido como de 4 horas, con el secado, barnizado y colgado del cuadro en su lugar. ¡No está nada mal!

Este mismo gato lo pinté hace 8 años en forma de mural, en la habitación de los niños. El año pasado cambiamos los muebles y pintamos la habitación entera, así que el mural desapareció, para gran disgusto de mi hija. Desde entonces le prometí que le haría este cuadro, con el mismo gatito, para que pudiera colgarlo donde ella quisiera. ¡Ha quedado encantada!.

Aquí tenemos el resultado:


Materiales:

- Lienzo de 80 x 80 cm de bordes entelados, o del tamaño que mejor se adapte a vuestras necesidades.
- Caballete.
- Paleta para mezclar colores.
- Trapo.
- Pinturas acrílicas en botes grandes.
- Agua.
- Pinceles de diferentes grosores.
- Barniz especial para pintura acrílica.
- Hembrillas y clavos para colgar nuestra "obra de arte".

Pasos a seguir:

- Colocar el lienzo sobre el caballete y ¡perder el miedo escénico!. Un lienzo en blanco impone mucho... da miedo la primera pincelada, pero luego es un disfrute TOTAL.

- En mi caso hicimos un fondo, mezclando en cantidades diversas los colores azul, amarillo y rojo. Quería obtener un tono marrón a juego con una de las paredes, pero que no fuera un tono liso y uniforme. Me gusta que se noten un poco las pinceladas.




Como véis, Noa me ayudó mucho en la tarea y se lo pasó en grande dando brochazos y mezclando colores.

- Después dibujé con un lápiz blanco la silueta del gato... y aquí os voy a explicar el super truco para que os quede perfecto el dibujo sobre el lienzo:

- Podéis descargar cualquier dibujo que os guste de internet, y ajustar ese dibujo al tamaño de una diapositiva con ayuda de Photoshop o de algún otro programa de edición. 

- Ese pequeño dibujo lo imprimimos sobre un plástico transparente que aguante el calor de la impresora láser. Yo uso láminas de ACETATO. Las hay normales para fotocopiadora y otras especiales para inkjet que son más caras. Yo uso las de fotocopiadora.

- Recortamos nuestro dibujito impreso, de tal manera que nos entre dentro del marco de una diapositiva.

- Y si tenemos suerte y hemos heredado un proyector de diapositivas, ahora es cuando viene la parte más guay: Proyectamos nuestro dibujo sobre el lienzo y copiamos la forma a la perfección, sin miedo a equivocarnos con las proporciones.



- Después repasé con un pincel de tamaño medio la silueta del gato, en color amarillo claro, rebajado con blanco.

- Recogemos los bártulos, limpiamos rápidamente con agua y jabón nuestros pinceles y la paleta, ya que las pinturas acrílicas una vez secas son casi imposibles de limpiar.

- Y ahora nos aprovechamos de la mejor ventaja de los acrílicos, que es su rapidísimo secado. en una media hora ya estará completamente seco.

- Aplicamos una capa o dos de barniz en spray, especial para pintura acrílica, también de secado rápido (como una hora).

- Colocamos por detrás del lienzo nuestras hembrillas y ¡¡ya tenemos listo el cuadro para colgar!!



Y... ¡Ahora es vuestro turno! Si tenéis miedo a no saber dibujar, podéis aplicar el truco del proyector. Si no tenéis proyector, seguro que algún amigo o familiar os pueden prestar uno... y si no, animaros a hacerlo a mano alzada: tendrá más personalidad y quedará igual de bien.

¡Elegid vuestro motivo y empezad a pintar!


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